Ginebra, el 5 de mayo (QNA) - El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió de que una ofensiva israelí contra la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, podría provocar “un baño de sangre”.
Ghebreyesus dijo en una publicación en la plataforma "X": "La organización está profundamente preocupada por esta operación, que empeoraría la situación del ya roto sistema sanitario", pidiendo el establecimiento de un alto el fuego.
Las declaraciones del director general de la Organización Mundial de la Salud se producen en respuesta a las continuas amenazas israelíes de llevar a cabo una ofensiva militar contra la ciudad de Rafah, a pesar de las crecientes advertencias internacionales de las repercusiones catastróficas que tendría esta operación, ya que cerca de 1,4 millones de desplazados se encuentran actualmente en Rafah.
La Organización Mundial de la Salud anunció ayer que estaba preparando planes de contingencia en caso de una ofensiva militar terrestre a gran escala contra Rafah, advirtiendo que estos planes "no serán suficientes para evitar el empeoramiento de la catástrofe humanitaria en Gaza."
A este respecto, Rik Peeperkorn, representante de la OMS en los territorios palestinos ocupados, afirmó en unas declaraciones que este plan de emergencia es sólo una "tirita" y no evitará en absoluto la muerte de un gran número de civiles y la propagación de enfermedades como consecuencia de esta operación militar.
Cabe señalar que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas también ha advertido de las consecuencias de cualquier ofensiva terrestre del ejército de ocupación israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, subrayando que tal paso significaría más sufrimiento para los civiles y los desplazados.
La agresión israelí contra la Franja de Gaza ha continuado sin interrupción desde el pasado 7 de octubre, causando una catástrofe humanitaria sin precedentes que ha dejado decenas de miles de mártires, heridos y desaparecidos, así como una destrucción masiva de infraestructuras e instalaciones vitales.